Los líquenes, aunque muchos los consideran un tipo más de plantas, resultan ser organismos totalmente diferentes, no son plantas, son seres complejos, resultado de una asociación estable entre dos o más seres vivos (simbiosis): un hongo y un alga, y, en ocasiones, se suma una cianobacteria al conjunto.
En este micro ecosistema, como lo denominan algunos, al hongo se le da el nombre de Micobionte y al alga o cianobacteria el de Fotobionte.
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El micobionte protege al alga de los rayos solares, de la pérdida de humedad (desecación) y le da el soporte necesario, mientras tanto, el fotobionte alimenta al hongo, a través de la síntesis de azúcares, proceso en el cual también se libera oxígeno (fotosíntesis). Por eso, se considera que esta es una relación de simbiosis mutualista, porque ambos son beneficiados.
Los líquenes ocupan toda la superficie terrestre, incluyendo los polos y también las ciudades, donde pasan prácticamente inadvertidos. Cada día nos topamos con ellos sin darles ni siquiera una mirada, y, deberíamos...
En la actualidad, se utilizan eficientemente para detectar y medir la contaminación atmosférica, como regla general, a medida que encontramos más diversidad, número y cobertura de líquenes el aire es más sano, tiene menos carga de contaminantes, por lo que, es más seguro para nuestra salud.
Haz la prueba, ve al centro de tu ciudad y cuenta la cantidad de líquenes que hay en los árboles, los postes de luz, algún edificio antiguo, etc. Si no puedes encontrar alguno, ya sabrás porqué. Luego, ve a un área rural cercana, libre de industrias, y vuelve a realizar la actividad. Compara los resultados. A continuación un ejemplo en video (1:14 min.) en la ciudad de Cordoba en Argentina (informe completo aquí):
IdeaWild. Agradecimiento especial a IdeaWild por otorgar los equipos para desarrollar este proyecto.
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